Igual que como cuando veo un bolso o unos zapatos y me encapricho con ellos, me pasó con esta casa. Aún sabiendo que cuando viera el resto de imágenes me podía llevar una decepción, necesitaba conocerla al completo. La primera que imagen del post era la única que que había visto pero me daba la sensación que el interior que había en una casa blanca como esta, tenia que prometer.
No os lo creeréis pero cada cosa que publico aquí está seleccionada con mucho cariño. Si no me da ese buen rollo que espero el trabajo se va por el desagüe. Lo he hecho muchísimas veces. Busco, encuentro y después no es lo que espero. Lo comparo a cuando me voy a vestir por las mañanas. Es posible que tenga pensado qué me voy a poner y cuando llega el momento no me siento así y tengo que cambiar.
Eso es exactamente lo mismo que me ocurre con el blog. Muchas veces llega el día y lo que tengo delante no me motiva para nada por lo que lo tengo que dejarlo e irme a otra cosa. Es así como selecciono cada entrada. Me tiene que entrar por los ojos y el corazón. Creo que las cosas que no se hacen con mimo no funcionan.
Y volviendo a la casa de hoy no hace falta que diga mucho porque es un encanto. Espacios amplios y luminosos, mucho blanco, madera y una decoración cuidada y realizada con mucho mimo. Son todo detalles, muchos detalles los que hacen que el resultado final de su decoración sea tan bonito. Está llena de tendencias. Podéis ver cómo se mezclan unas con otras y lo bien que resulta todo en su conjunto. Adiós al estilo nórdico y a los colores pastel por lo menos por un día. Todo sea por una casa casa cálida y acogedora.
En una casa blanca
Sencillamente ESPECTACULAR. Tienes un blog precioso.
Merci!!!!!!
Un besote!!