Las paredes con textura son una tendencia que va encontrando su hueco y que cada vez tiene más seguidores. Hay materiales que aportan fuerza a cualquier lugar ya sea una vivienda particular o un espacio comercial. Si a esto le unimos una buena iluminación y los complementos decorativos apropiados, podemos conseguir resultados muy innovadores. Y como para muestra un botón, que lo digo muchas veces, lo mejor es ver la reforma con carácter industrial que se ha realizado en esta vivienda. Es posible que le encontréis cierto aire masculino pero seguro que más de una fémina se volvería loquita de amor si se encuentra con una casa así.
Los contrastes que generan el hormigón del techo con las paredes de ladrillo podrían resultar fríos pero en este caso y junto al suelo de madera, el conjunto final es cálido y confortable. Otra cosa que me gusta mucho y que sólo es posible en casas o edificios antiguos, es dejar materiales brutos a la vista. La combinación de una pared de ladrillo con un armario completamente blanco y de líneas rectas queda muy, pero que muy bien. Fijaos en el dormitorio final para que podáis ver mejor esto que os digo.
Si tenéis la suerte de que vuestra casa sea antigua y estáis pensando en reformarla, antes de nada, antes de meteros en obras, aseguraos de que lo que tenéis debajo no sea una preciosa pared de mampostería. Si es así, pensad dos veces que queréis hacer con ella porque le puede dar a vuestra nueva casa un aire totalmente diferente al esperado y tan envidiado cuando vemos casas como esta de hoy. Miradlo todo antes, las posibilidades, la decoración, iluminación y sobre todo, el resultado que queréis. No os conforméis y no os cerréis en banda si encontráis una pared así.
Un resultado formidable, una casa muy vivible.