El título del post no es casualidad. Nada más ver la primera imagen del salón de este duplex estupendo irremediablemente vais a decir: quiero esas puertas. ¿Para dónde?, pues no sé pero me encantaría tener en mi casa algo igual. La primera vez que vi este apartamento me acordé de Miriam. Empecé a trabajar para ella hace unas semanas. Ahora mismo estoy en la fase de diseño de su casa recién comprada en el centro de Valencia y sé que este es el estilo con el que ella se siente totalmente identificada. Miriam quiere una casa así.
Le gusta el aire depurado que ofrecen los muebles de estilo escandinavo y al mismo tiempo le gustan los toques y complementos románticos, cómodos y funcionales. No quiere una casa recargada y lo que tiene claro es que la cocina tiene que estar abierta al salón. Así es que entre otras muchas cosas, en estas ando, diseñándole la casa a Miriam para empezar con la fase de derribo en septiembre. Os iré enseñando cosas porque la casa es una verdadera cucada. Si no os dejo más imágenes y videos en Instagram Stories de las obras y trabajos en los que estoy metida, es solo por falta de tiempo.
Prometo que voy a las obras y como tengo la agenda tan repleta, hasta se me olvida. Literalmente, no doy para más pero lo más importante es ver el resultado final de cada trabajo en el que me sumerjo durante meses. Son tantas cosas, tantas horas, tantas conversaciones y tormentas de ideas que aunque quiero me es imposible. De hecho ya habéis visto como he tenido que bajar las publicaciones en el blog durante este año peeeero, estoy buscando el momento de retomar su ritmo habitual y encima con aires totalmente frescos y motivadores. Lo que os digo, que no paro… y poco a poco todo llegará. A ver qué os parece este bomboncito.