Así es, se trata de la casa más pintoresca que he publicado nunca en el blog. En todos este tiempo os podéis imaginar la de cosas que he visto en cuanto a decoración se refiere. Algunas os las he dejado por aquí y otras sencillamente me han parecido imposibles de identificar con mi gusto estético por lo que se han ido quedando fuera. Por lo que sea, tengo que reconocer que esta casa ibicenca tiene ese punto rebelde que me gusta sin llegar a resultar estridente, aunque algunos rincones son o para cerrar los ojos o parase a mirarlos dos veces y encontrarles el encanto. Ahí esta el reto.
Seguramente podéis entender mejor el estilo decorativo que realmente no está definido si conocemos que su propietaria es diseñadora de moda. Yvonne Sporre refleja en su casa su mundo interior cosa que me encanta porque igual que ella es única, su casa también. Vive entre tesoros de mercadillo y diseño de autor todo rodeado por muros de piedra y unos exteriores tan propios de la isla, como el estilo de vida bohemio que refleja su casa. Nada está ahí por casualidad, cada objeto que presume Yvonne en su casa trae una historia consigo.
Os voy a decir lo que me me parecido cuando he visto esta casa por primera vez, la sensación que me ha dado. Lo primero que se me vino a la cabeza fue pensar la libertad en la que vive esta mujer tanto física como espiritualmente. No está ceñida a modas, estereotipos, ni nada que la haya podido condicionar. Eso es libertad. Su casa es su fiel reflejo, una parte más de ella que ha ido rellenando con todo aquello que se identifica. Da igual si la procedencia de los objetos es de mercadillos o galerías, lo importante es como se ha integrado todo simplemente con obedecer a su estilo personal.