Los fines de semana… Ese invento de la sociedad que dura dos días y se convierte en la excusa perfecta para los otros cinco. Lo haré el fin de semana, hasta el fin de semana no puedo, nos vemos el fin de semana… Demasiadas cosas para tan solo 48 horas, en cambio se pueden alargar hasta el infinito. La sensación se saborea cuando uno deja de actuar como el resto de días. Cada uno tiene sus hábitos de fin de semana aunque también existan las obligaciones.
Esto último no termina nunca pero siempre hay algo que se puede hacer para que los días sean diferentes. El equilibrio es lo más importante. El secreto está en compensar y hay que tomar conciencia de que es así antes de que el descontrol acabe con nosotros. Todo el día nos estamos moviendo a una velocidad de vértigo y el viernes es fácil dejar todo de la lado a determinadas horas ¿verdad?
Lo peor es entrar en el fin de semana con la agenda llena de saraos y compromisos. ¡Oye!; «desqueda» por una vez en tu vida y concédete el placer de aburrirte. Si hay algo por lo que deseo la llegada del finde es por dejar de lado el teléfono. Paso absolutamente del correo pero mucho más del whatsapp, que si lo miras desde el punto de vista objetivo del descanso, es el invento más cansino.
Cada vez le hago menos caso porque no me deja optimizar el tiempo. Entre semana procuro mirarlo lo justo aunque por el trabajo en ocasiones se vuelve algo inmediato. Hay que ponerle vayas al campo y para mí, tener el teléfono en silencio es como cuando me voy a la montaña y me quedo sin cobertura. Es mi tiempo y punto.
Hay que predicar con el ejemplo y el momento «slow» existe más allá de los desayunos de Instagram y las fotos en medio de un campo de girasoles. El momento slow está contigo donde tú quieras.
¿Qué se puede hacer para desconectar de verdad los fines de semana?
* Quita el sonido de las notificaciones a tu teléfono
* Activa la respuesta automática en el correo
*Las mañanas para ti y las tardes para compartir
*Organízate durante la semana para tener la casa lista cuanto antes el fin de semana
*No hay excusas, tienes que tener tu ratito para tus cuidados de belleza
Me encanta el olor a café por toda la casa que deja el desayuno de mi marido, entre semana esto es inapreciable. Ir a despertar a mi perro a su cama, poder abrazarle y jugar con él un rato antes de hacer nada. La compañía que tengo en casa y al mismo tiempo la tranquilidad o disfrutar como merece una copa de vino. No me gusta tener ninguna obligación las mañanas de los fines de semana para completar la sensación de «desconexión». Las mañanas son para mis fotos, para preparar ese pastel que nos comeremos por la tarde, o en este caso la primera calabaza asada, y para lo que surja siempre y cuando no tenga nada que ver con el resto de la semana.
En cambio, los domingos por la tarde me gusta coger la agenda y organizar las tareas por orden de prioridad. Prefiero hacerlo el domingo así el lunes no pierdo tiempo y empiezo directamente con el trabajo en lugar de pensar en lo duro que es volver a la rutina. Es otra forma de ver la perspectiva de las cosas y saber por dónde tienes que atacar. También leo mis revistas y me pongo al día para el resto de la semana.
Es un proceso de desconexión-conexión que me funciona. ¿Tenéis algún truco para desconectar los fines de semana y que la vuelta no sea tan dura?