Estoy a dos días de coger mis vacaciones y sinceramente este año me está costanto de verdad. Entre estos calores insoportables y todo el trabajo acumulado de los meses de atrás, la cosa se hace un poco desesperante. Para colmo, hay que dejarlo todo terminado y bien cerrado para que te molesten lo menos posible porque desconectar, lo que se dice desconectar al 100% como que es imposible, por lo menos para mí. Si a esto le sumo que en estas fechas no paro de encontrar fabulosas casas de campo con mucho estilo donde veranear, pues la cosa se convierte en agonizante.
Esta en concreto es una casa de campo que se la ve tan fresquita y con ese toque étnico y atemporal que invita a unas vacaciones ya. La simplicidad de los muebles y la austeridad de sus muros o la caña en el techo parece que traslade a otro país. Los colores tierra y ese aire decadente le quitan importancia al estres del día a día porque se respira calma, mucha calma. Como siempre digo, afortunados sus dueños por tener un rinconcito así para escapar. Para reunirse con la familia lejos de las aglomeraciones y desconectar.
Me encantan las puertas tal y como están, el tratamiento del suelo. Está todo diseñado para no complicarse por su manteniento en los días que uno decide descansar. Me parece un concepto estupendo y práctico al tratarse de una casa de campo. Al parecer la vivienda no es muy grande pero tiene un porche de lujo para tomar el fresco las noches de verano. Interior y exterior sigue la misma línea en cuanto a diseño y decoración. Es como una prolongación de interior pero al aire libre. Ya veréis qué cosa más cálida y práctica. Como siempre, os animo a reparar vuestras casas del pueblo o del campo que es un tesoro tener algo así.
Excelente, unos matices de combinación de estilos realmente interesantes.