Estar inmerso completamente en estas fiestas ha sido el motivo para que vuelvan algunas notas de amor: Navidad. La Navidad es eso, amor, buen rollo, nuevas metas o propósitos, encuentros y dentro de lo que cabe mucha felicidad. Me encanta esta época. Creo que son las vacaciones que más disfruto y es que son entrañables.
La Navidad hace que año tras año le hagamos caso a nuestras costumbres. Nos sigue haciendo ilusión decorar la casa, planear las comidas y llenar nuestra agenda de compromisos con gente que estábamos deseando ver.
Para mí las últimas semanas del año tienen tantas cosas adorables que es imposible que no me guste esta época. Y una de las cosas que más disfruto es poder estar tranquilamente esa casa. De repente un día apetece algo rico para merendar. Estamos todos en casa y sin prisas, horneo algo rápidamente.
Es en estos momentos cuando noto la magia de la Navidad. Oscurece rápido, fuera hace frío, todos en casa y… ¡merendola! Esto no es un post para una receta pero os dejo al final cómo preparar estas tartaletas de frambuesas en veinte minutos.
Cada año en estas fechas hay cosas que se repiten con tanto cariño que yo por lo menos me niego a no mantenerlas.
El espíritu navideño lo lleva cada uno en el bolsillo y no deberíamos dejarlo olvidado nunca. Al contrario, lo tenemos que proteger como algo que tantas ilusiones nos deja año tras año.
Lo que me encanta de la Navidad.
* Encender las guirnaldas y velas en cuanto cae la tarde.
* Tener un plano siempre lleno con turrón, barquillos…
* Comprar los regalos y envolverlos con mucho cariño.
* El chocolate de Navidad (tenéis mi receta aquí)
* El frío y abrigarme. La entrada del invierno.
* El olor a chimenea.
* los regalos inesperados como este set tan navideño que me envío Ikea.
Todo esto se me vino a la cabeza el otro día mientras prepara estas tartaletas de frambuesa. Se había unido todo lo que he descrito arriba y me di cuenta de que sí, de que estábamos en Navidad. El poder disfrutar de una tarde casera y preparar algo dulce para comerlo recién hecho me invadió de felicidad. Con qué poco nos conformamos a veces ¿verdad?
Y por si alguna vez os apetece algo rápido y calentito para merendar así podéis preparar este dulce.
Ingredientes:
* masa quebrada
* frambuesas
* azúcar
* mantequilla
* mermelada de fresa
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º. La masa quebrada la podéis hacer casera o comprarla hecha del súper. La extendemos con un rodillo y cortamos a piezas con forma de pentágono de unos doce centímetros de diámetro. Untamos en el centro de cada uno una cucharadita de mermelada. Le ponemos encima un puñadito de frambuesas. Cerramos las esquinas de la masa y le añadimos azúcar por encima. Pintamos con mantequilla detenida y al horno hasta que cojan un color dorado.
Ya tenéis una merienda rápida para hacer con los peques, para disfrutar de las tardes caseras de Navidad y para que vuestra casa huela a frambuesa y mantequilla.
Espero que os haya gustado.