Siempre que he visto en alguna fotografía por la red de una taza de chocolate caliente con nubes, me ha dado una envidia de muerte porque pensaba que eso tenía que ser un verdadero manjar para los golosos. Ahora ya puedo decir que sí, y no sólo por el sabor del chocolate y las nubes sino por ese sabor especiado que esconde el chocolate de Navidad. No he podido resistirlo y me puse a investigar cómo se preparaba. Hace tiempo leí que es algo típico de Bélgica por estas fechas, también digo que no contrasté la información ni la fuente por lo que no sé si será cierto. Lo que si estuve mirando y mirando eran los ingredientes y los pasos de cómo prepararlo y al final he conseguido dar con la combinación que más se acerca a mis gustos.
El tema de las especias es algo delicado, a todo el mundo no le apasionan todas pero lo que sí es cierto que hay algunas que se ofrecen más amables al paladar y te permiten agradar a la mayoría. También tenía curiosidad por saber qué pasaba con las nubes cuando las echabas en el chocolate caliente y cuál sería su misterio para que aparezcan a menudo en las fotos del chocolate caliente.
Ahora que empieza el frío una simple taza de chocolate se puede convertir en algo muy especial si lo aromatizamos con especias y lo acompañamos con nubes. Así es que aprovechando que en la caja de Degustabox de este mes venía el Chocolate Maestro de Paladín en sobres, empecé con la tanda de chocolates Navidad. Si estáis interesados en recibir la caja todos los meses con este código UI924, la primera os costará sólo 9,99€. A nosotros nos encanta recibirla, no os voy a engañar porque es una sorpresa todos los meses.
Ingredientes:
400ml de leche
400ml de crema de leche
1 sobre ó 100gr de Paladín Maestro
10 semillas de clavo
5 semillas de cardamomo
2 ramitas de canela
1 trocito de piel de naranja o mandarina
Nubes al gusto
Un poquito de canela para decorar
Preparación:
Lo primero es machacar un poquito el clavo y el cardamomo. En un cazo se calienta la leche con la crema de leche y se le añaden todas las especias, (las ramas de canela enteras) más la piel de mandarina o naranja. Se mantiene caliente a fuego medio durante diez minutos. En mi caso no la dejo hervir. Veréis como empieza a echar un olor riquísimo y fresco. A continuación se le añade el sobre de chocolate en polvo sin retirar la leche de fuego, se remueve y en un par de minutos el chocolate espesará ligeramente. En este caso no me gusta que espese demasiado porque si no, puede resultar demasiado empalagoso con las nubes. Una vez que lo tengamos listo lo podéis dejar reposar un minuto para que las especias se asiente en el fondo por si a alguien le importa encontrarlas. Por último lo servimos en las tazas, le añadimos las nubes y lo decoramos con un poquito de canela.
Y… ¡voilà!, ya tenéis vuestro chocolate de Navidad perfecto para las tardes de frío. Seguro que más de uno os va a agradecer una taza de chocolate caliente con ese delicado aroma, os lo aseguro.
Ahora os puedo decir el secreto de las nubes porque ya lo he probado. Al poco de estar en contacto con el chocolate se empiezan a fundir formando una crema y lo más curioso de todo, es que absorben el sabor de las especias y es curiosa la explosión de sabor que causan. De verdad, tenéis que probarlo.
Espero que pongáis en práctica esta sencilla receta. Ya me contaréis.