En cuanto llega la primavera tengo que reconocer que se me van los ojitos a las casas de campo, especialmente a las que están rodeadas de montañas y vegetación. En esta época se pone todo tan bonito y lleno de flores que seguro no soy la única a la que le pasa esto. Me encanta ver casas de campo rehabilitadas basándose en un estilo clásico pero aportando un aire fresco y contemporáneo. Las convierte en casas de cuento donde el romanticismo se realza como si estuviéramos en la misma provenza francesa. Debo ser una romanticona pero me pierden las casas de piedra y madera con grandes ventanales llenos de flores y porches con mesas enormes en los que disfrutar de un desayuno al sol.
Y así fue como me surgió la necesidad de compartir esta villa con vosotros. Me consta que ya sois muchos los que habéis empezado con los trabajos de acondicionamiento de las casas de campo. Estáis con una manita de pintura, rescantando muebles y preparando todo lo necesario para dejarlas a punto para el verano. Me dais mucha envidia, es una suerte tener una casa en el campo y un aliciente cuando se acerca el fin de semana y sabes que te alejas de la ciudad un par de días a desconectar.
Si somos amantes del diseño, en vuestra casa de campo también podéis introducir la mezcla de estilos como hemos visto anteriormente en esta otra. La verdad es que este tipo de casas dan mucho juego y en función del tiempo que las vayamos a habitar, las podemos acondicionar o decorar de diferente forma. Esto siempre irá con los gustos de cada uno y las necesidades de cada familia pero lo que está claro es que las casas de campo nos gustan y cada vez más.














Vaya problema, cada vez que veo una entrada tuya con esas casas tan estupendas, quiero cambiar todo de mi casa.
Iremos poco a poco jaja