Si hoy os digo que vamos a ver un apartamento inspirado en la filosofía Wabi Sabi es posible que muchos de vosotros os quedéis igual que estáis. Os limitaréis a ver el estilo de la casa, los colores o el diseño de sus espacios y mobiliario, que es lo que hacemos siempre. Pero si ya os adelanto que su diseñador, propietario y arquitecto, Sergey Makhno ha tomado como leitmotiv este concepto para su casa, se despierta cierto interés o por lo menos personalmente ha querido conocer más. No puedo negar que lo que más me ha llamado la atención de la vivienda además de las tonalidades elegidas, han sido las texturas.
Así es, porque en esta casa hay muchas texturas. Y ya no hablo de paredes o techos, se puede ver como está todo bañado por una perfección imperfecta dando con este detalle en el quid de su decoración. El Wabi-Sabi es una filosofía japonesa inspirada en el budismo cuya base es aprender a comprender las cosas que nos rodean como algo imperfecto. Para los que siguen esta corriente, «nada dura, nada está completo, nada es perfecto». Esta forma estética de ver las cosas que nos rodean la tienen muy presente en Japón. De ahí su predilección por los objetos asimétricos, desgastados de aspecto natural y rústico.
Dicho esto seguro que vais a entender mucho mejor el estilo y el diseño de esta vivienda. Actualmente esta corriente llega también a nuestras manos en objetos cerámicos, por ejemplo. Son muchas las marcas que se inspiran en este tipo de acabados o formas para sus colecciones de decoración. Las terracotas, vasijas o cuencos ofrecen una atractiva decadencia que al final es lo que busca esta filosofía, amar lo imperfecto. Ahora os dejo disfrutar de las imágenes en las que podéis apreciar todo lo que os he contado. Personalmente me ha encantado ya que tiene su propia esencia.
♥ Feliz Finde ♥
Espectacular!!!, sobre todo las sillas del comedor, sabrías decirme donde encontrarlas???.
Gracias por el esfuerzo que realizas para enseñarnos estas casas tan maravillosas.
Es estupenda, sin duda, aunque a mí me gusten más las tonalidades claras. Y esa bañera, por favor, es una pasada.
Saludos. 🙂