Hay veces que da igual el día de la semana que sea pero te levantas y sólo piensas en algún sitio tranquilo donde pasar las horas. Lo malo es que es martes y toca estar al pie del cañon y lo bueno, es que conforme va pasando la mañana nos metemos en el lío, como digo yo, y hasta se nos olvidan los primeros pensamientos de la manaña. No quiero ni imaginarme lo larga que se me va a hacer la semana, aunque quizás mañana la cosa cambie, esto es así, o dentro de un rato. Pero ahora mismo pienso en el lugar donde puede estar esta casa… y dan ganas de fugarse. Esta gente lo tiene todo en un granero. Diseño, amplitud, una decoración bonita…
Esta pareja de Amsterdam compraron un granero al norte del país y poco a poco lo fueron restaurando y amueblando. Ahora lo tienen como refugio para sus escapadas. Es cierto que en España este tipo de graneros como tal, no los tenemos. Aquí es más común que restauremos la casas de labranza aunque también hay quien se ha metido en rehabilitar un establo o algún tipo de construcción rural. Los resultados son tan agradables como el entorno.
Me dais mucha envidia los que tenéis una casa así o una cabaña de madera en algún lugar de la montaña. Me resultan fantásticos para salir de la ciudad y además sus rincones dan mucho juego para vestirlos con una decoración ecléctica y personal. A este tipo de casas la mezcla de estilos, mobiliario y objetos decorativos les sienta muy bien. Son ideales para probar a restaurar algún mueble o incorporar alguna pieza fantástica de esas que se encuentran en los rastros. Bueno y a todo esto, no quiero ni pensar lo que pueder ser trabajar desde un lugar así. Ahora volvemos a la realidad, espero que os guste.
Wow, espacio fantásticamente aprovechado.