Confieso que entre el olor a lima y lo bonito que era todo lo que tenía a mi alrededor, no sé cómo he podido resistirme hasta tener terminadas la fotos para hicarle el diente a la tarta. Que si nata por aquí, que si galleta por allá… Es posible que alguna vez hayáis probado una tarta de lima pero por si no sabéis cómo hacerla, hoy os voy a dejar aquí la receta de cómo la preparo desde hace muchos años. En nuestra casa es típica de estas fechas, quiero decir que es ahora que llegan los meses de verano cuando empieza a apetecer.
La tarta de lima es un postre de origen americano en el que la acidez de las limas frescas contrarresta el sabor dulce del resto de ingredientes. Resulta fresquita, nada pesada y lo mejor de todo es que no se necesita horno. Su elaboración es muy rápida aunque esto es como todo, cada uno se complica lo que quiere e invierte el tiempo que estima. Puede ser por la práctica pero en mi caso la tengo lista en 20 minutos como máximo. Os voy a explicar mi receta y de dónde he sacado tanta cosa bonita.
Ingredientes para un molde de 20cm:
– 150gr de galletas
– 75gr de mantequilla derretida
– 3 limas
– 2 yemas de huevo
– 400gr de leche condensada
– 200ml de nata líquida para montar
– 2 cucharadas de azucar
Preparación:
Se trituran las galletas con la batidora. Se derrite la mantequilla en el microhondas, se mezcla todo y se aplasta la masa contra el molde hasta dejar una capa uniforme. Se introduce en el congelador hasta que tengamos el resto de ingredientes preparados.
Se ralla la cáscara de una lima hasta que tengamos aproximadamente una cucharada. Después se exprimen las tres limas hasta conseguir 120ml de zumo. A continuación, se baten las yemas hasta que queden claritas y cremosas. Se le incorpora la leche condensada, el zumo de lima y la ralladura de lima. Cuando esté todo bien mezclado, se extiende sobre la base de galleta e intoducimos en el congelador hasta el momento de servir.
A la hora de poner la tarta en la mesa se monta la nata con las dos cucharadas de azucar, recordad que la nata tiene que estar bien fría para que monte. Por último, extendemos una capa de nata sobre el anterior preparado y lo decoramos con un poquito más de lima rallada. Recordad que hay que guardarle en el congelador.
Os aseguro que resulta muy apetecible un trocito de esta tarta cuando hace calor y apetece comer algo dulce. No os podéis imaginar lo bien que entra por la tarde para picotear un poquito. ¿Os habéis fijado que cosas tan bonitas salen en las fotos? Ya os he contando otras veces lo que me gusta Greengate, esto que veis es de la nueva colección Índigo. Es todo en color azul y lo podéis encontrar en VERDeMANDARINA.
wow! nunca pensé que la tarta de lima de la que tanto hablabas, fuera esta receta. no tardo en poner las manos en la masa para probar de hacerla. ya te contaré.
las fotos son una maravilla!!!
… y gracias por tu mención 🙂
Toma nota Bárbara que está riquísima, no la dejes de probar. Tengo que decirte que servida en cosas tan bonitas sabe mucho mejor.
Gracias a ti por tus palabras.
Un besazo.