Querer y amar

Y de repente él me dice: diferencia entre querer y amar.

Estábamos eligiendo taburetes para la isla de su cocina y me asalta con esa pregunta.

Pestañeo y le digo: espera, ahora déjame terminar de ver esto.

-¡Rapidito! …

Y respondí: -…

¿Qué hubierais dicho vosotros?

Una vez leí que la vida se sucede mientras te empeñas en hacer otras cosas. Es por eso que son tantas las veces que llegan personas a nuestra vida y no sabemos para qué, que si no nos paramos a pensarlo a menudo nos confundimos y, ciegos, solo somos capaces de ver las consecuencias de dónde hemos estado metidos. Y así, esperando y viviendo, van pasando personas por nuestra vida. Una de las cuatro leyes de la espiritualidad dice que cada una de ellas llega para enseñarnos algo y aunque podamos pensar que es imposible, a la larga se puede comprobar que ha sido así.

Desde bien temprano empezamos a buscar el amor. Sí, a buscar, y cuando encontramos algo parecido a la película perfecta que nos han contado de cómo tiene que ser, nos aferramos a ella de forma dolorosa. No hay mayor mentira que la aceptación de que el amor duele. Seguramente esto me lo dicen hace unos años y lo rebato con uñas y dientes. Ahora no. Hace tiempo aprendí el sentido de las palabras querer y amar, y de ahí este post con el que quiero haceros pensar y en el que os voy a contar cómo he conseguido ver la diferencia.

“ No todo el que mira puede verme, ni todo el que cree conocerme sabe quien soy”. Anónimo.

Me identifico con esta cita cada día un poquito más, y en ella también veo reflejado a mi mar. No es nada nuevo por aquí mi pasión por el mediterráneo, por el sol, la playa y el mar. Lo llevo dentro de mí e incluso la gente que más me conoce, en alguna ocasión me ha visto llorar cuando los días se acortan y tengo que cambiar las chanclas por calcetines, o ya no puedo tirarme en la arena para que el sol caliente mi cuerpo. El final del verano lo llevo bastante mal.

Creo que el mar me conoce tan bien y sabe que lo quiero tanto, que decidió hacerme un regalo al principio del verano. Me regaló paciencia, disfrutar cuando alguien es libre y el ser feliz con la felicidad de otro. Todo esto envuelto en una piel morena que grita timidez  acompañada de una voz chispeante y suave. El mismo que me preguntaba por la diferencia entre querer y amar, y que todavía no he conseguido averiguar para qué ha llegado a mi vida desde tan lejos. Si no hay libertad, no hay amor y de ahí mi respuesta a la pregunta del principio.

Jorge Bucay dice: “el amor es la decisión de trabajar activamente por la libertad de otra persona de qué hacer con su vida, me incluya o no”. Si te parece duro es que tu verbo es querer, pero si te hace sentir poderoso, es que amas. Amar es sentirse feliz simplemente por tener a esa persona cerca, por saber que formas parte de su mundo. Si disfrutas de su compañía pero al mismo tiempo no lo necesitas para vivir. Cuando con sus logros creces con ella, o la palabra desconfianza no existe entre vosotros.

Es así como hace tiempo pude comprobar que no quiero que me quieran, quiero que me amen. Que respeten mi libertad de hacer, hablar, de crear. Que respeten mis ausencias aun cuando me tienen cerca. Mis arranques cuando la inspiración me posee y tengo que dejarlo todo para montar cualquier locura. Que riamos juntos con una copa de vino hasta tener agujetas, o que vuelen conmigo a la luna. Antes de pedir tenéis que saber si estáis dispuestos a dar. Si la respuesta es sí, habéis dejado atrás lo que es querer para pasar al siguiente nivel: amar.

♥ Feliz Finde ♥

Querer y amar

Fotografía My Leitmotiv