Es increíble la de cosas buenas que trae el otoño. La variedad de alimentos que se pueden disfrutar en esta época cada año me vuelven loca. Sí que es cierto que la fruta empieza ser algo monótona pero por otro lado la cosa se compensa. Me encantan las setas recién cogidas, los higos y las castañas ¡qué perdición! Y os tenía que dejar aquí la receta de mi pizza integral con robellones.
El robellón es un hongo de color anaranjado y muy carnoso. Se puede cocinar de cantidad de maneras porque su textura y sabor dan mucho juego. Un recurso rápido es hacerlos la plancha, a mi me gustan con mantequilla, y un poquito de sal.
En esta pizza son parte de la cobertura de la masa y os diré que cuando la estás preparando dan ganas de coger pan y ponerse a mojar. Desde luego que si haces eso te quedas sin pizza y la masa está tan rica que es mejor tener paciencia y esperar a que salga del horno.
Ingredientes: (para la masa)
– 400gr de harina integral
– 100gr de sémola
– 7gr de levadura seca
– 1 y 1/2 taza de agua tibia
– 1 cucharadita de azúcar
– sal
– 4 cucharadas de aceite de oliva
(para la cobertura)
– 1 cebolla mediana
– 1 cucharadita de tomillo seco
– sal, pimienta y aceite de oliva
– 200ml de crema de leche
– mozarella fresca
– rúcula
– tomates cherry
Para preparar la masa ponemos en un bol pequeño 1 taza de agua tibia, el azúcar y la levadura. Removemos bien y dejamos reposar unos minutos. En un bol más grande se mezcla la harina, el aceite de oliva, la sal y la mezcla anterior. Se empieza a amasar todo y tenemos que ir echando poco a poco la cantidad de agua tibia restante. Aquí tenéis que ver si es suficiente con media taza o es necesario más. Se sigue amasando hasta conseguir una masa elástica y suave. Una vez la tengamos se deja reposar en un lugar a temperatura ambiente 1 hora y media cubierta con un paño. Después de este tiempo veréis que la masa ha subido. Se vuelve a amasar y se deja reposar de nuevo en el mismo lugar.
Ahora vamos preparando la cobertura de la pizza. En una sartén se ponen un chorrito de aceite de oliva, la cebolla picada en láminas finitas y los robellones junto con un poco de sal y el tomillo. Se sofríe todo bien esperando a que desaparezca toda el agua. Bajamos el fuego y añadimos la crema de la leche. Removemos bien poco a poco y dejamos que espese.
Una vez que tengamos la masa lista la dividimos en dos partes. Precalentamos el horno a 250º. Extendemos la masa. En mi caso lo hago con un rodillo porque yo no tengo el arte de los pizzeros ni por asomo. Repartimos el sofrito por encima dejando que quede a mínimo del 1cm del borde. Colocamos rodajas de mozarella fresca por encima y por ultimo los tomates cherry partidos por la mitad. Ahora queda meterlas en el horno durante 15 minutos. Una vez fuera le ponemos por encima unas hojas de rúcula y listo.
Es una cena perfecta si tenéis invitados porque lo podéis dejar todo preparado a falta de meterlas en el horno. La masa queda crujiente y el sabor del relleno es espectacular.
Os lo aseguro, ¡¡está riquísima!!
