Si os soy sincera me cuesta acordarme de lo que es la vuelta al cole. Hace demasiado tiempo. Cuando son mayores las cosas se viven de otra forma pero eso no quita que haya que preparar la casa para una nueva temporada. Siempre hay cambios o nuevas incorporaciones que hay que ir amoldando a nuestra casa. Lo mejor es que puede ser más fácil si vemos las novedades Ikea 2018. Además, el final del verano me parece una época en la que hay que darle un aliciente a la casa y a la vida. Venimos de las vacaciones, de pasar unos días locos aquí y allá, de reencuentros, fiestas y lo mejor de todo, sin despertador.
Volvemos a la rutina, ¡bendita rutina!, que lo pone todo en orden y es maravillosa pero hay que reconocer que el cambio cuesta. Mi receta infalible es… darle una vuelta a la decoración. Tampoco es que tengamos que tirar la casa por la ventana, pero sí añadir cosas, colores y por supuesto, empezar a cambiar textiles. Esto es lo más básico para notar un pequeño cambio rápidamente pero si ya queréis algo que se sienta un poquito más en vuestras vidas, es el momento de regalaros ese mueble que tenéis fichado.
Cambiar un sillón del salón, alguna pantalla de lámpara, o la ropa de cama de los dormitorios infantiles, son cambios pequeños con resultados enormes, os lo aseguro. Ante esta crisis post vacacional también podéis plantearlo de otra forma. En lugar de pensar qué pieza específica renovar de cara a la nueva estación, podéis valorar cambiar la gama cromática. Os va a servir de guía para el resto de cosas. Lo podéis tomar como hilo conductor y con Ikea os será muy fácil porque aquí color no falta. Después de esto y de conocer las novedades que nos tienen preparadas, creo que no está demás introducir unos cambios en casa para la vuelta al cole, que nos lo merecemos.
♥ Feliz Finde ♥
Los productos de Ikea tienen un diseño excelente pero, si contratas el servicio de entrega y montaje, tu vida se convierte en una pesadilla. He hecho dos pedidos con entrega y montaje. En el primero, me llamaron 40 minutos después de la hora de entrega para decirme que no encontraban la calle. Se cortó la comunicación. Ni volvieron a llamar ni me cogían el teléfono
No aparecieron, oiga. Tres días después, Ikea me llamó para ponerme una nueva fecha de entrega. Dos productos estaban golpeados. Tuve que hacer miles de gestiones para cambiarlos. Pasado un tiempo, volví a hacer un pedido. No aparevieron en la fecha de entrega prevista. Y les da igual. Parece que es meramente orientativo. Lo entregan cuando quieren y tú te jodes y dependes de que quieran llevate el producto ya pagado.