Ayer no aparecí por aquí porque mis citas semanas con el blog se han limitado, en eso ya estamos todos al tanto. Sintiéndolo mucho tiene que ser así pero prometo que en cuanto termine esta intensa temporada por la que estoy pasando, todo volverá a lo mismo de antes. Yo por lo menos tengo muchas ganas pero ahora no dispongo de tiempo. El caso es que tampoco di señales de vida por las redes sociales. Lo que sí tenía claro es que no quería dejaros hoy sin post y ayer estuve hasta las tantas, literalmente, buscando algo que me motivara para ponerme a elaborar una entrada.
Después de tener un día maratoniano en el que lo único que haces por ti es ir a desahogarte un ratito al gimnasio, reconozco que unos minutos delante del ordenador navegando, leyendo y viendo cosas interesantes, me dan la vida. Es magia. Se me hizo tarde sí, pero mereció la pena. Me encanto conocer esta casa, bueno más que conocer, me encantó encontrármela. Me dio muy buen rollo. No sé si era por la calidez de sus imágenes o por el ambiente tan hogareño.
Ya os digo que con la última imagen vais a alucinar. ¡Cómo han hecho semejante cosa ahí…! ¡Esperad!, no bajéis directamente a la última imagen que os aseguro merece la pena el resto de fotos. Me gusta la cocina, el pedazo de salón o el detalle simple pero familiar y lleno de encanto que tiene el recibidor. Creo que después de un día como el de ayer, lo que más me gusto de ella es el calor de hogar que se respira en cualquier rincón.
Estas semanas cortas te juegan una mala pasada, por lo menos a mi. El trabajo se acumula y lo que has descansado por un lado se te va por el otro en días como el de ayer, el de hoy y el de mañana. Estas casas «despreocupadas» hacen que te dejes invitar. Con el término despreocupada no quiero decir que sea un desastre o algo así, solo es lo que se respira en el ambiente. Comodidad, todo recogido en un instante y siempre listo para disfrutar de la casa y la familia. Ya me contaréis…
Magia
Vía
ME HE QUEDADO SIN PALABRAS, ABSOLUTAMENTE ESPECTACULAR