La historia que hay detrás de esta casa es más bonita si cabe que la propia casa. Digo esto porque de no ser así el resultado de esta reforma creo que nunca hubiera podido ser tan atractivo. Todo está concebido bajo un gran espíritu Eco con el que mantener la esencia rural de este pueblo del sur de Francia.
Annie, la propietaria, y su marido, se enamoraron durante un viaje en tren destino a París. Hasta aquí perfecto, ya puede ser una historia de amor ¿verdad? Pero la cosa se vuelve especialmente bonita cuando me entero que ella es neoyorkina y él sudafricano. Ninguno de los dos tenían nada que ver con Francia pero fruto de su amor decidieron comprar esta casa.
Ya se sabemos del encanto rural que tienen ciertos pueblos franceses. Ellos decidieron acomodarse cerca de Carcassonne y comprar esta casa del siglo XVII. Fueron seducidos por la magia original de la vivienda y decidieron que esta sería su casa.
Han tardado cuatros años en terminar de reformarla. Mientras, se hizo especial hincapié en mantener la mayor parte original de la vivienda siempre que fuera posible. Se ha rescatado todo con mucha dedicación para que ahora sea una casa de alquiler por vacaciones.
Sí, habéis oído bien. La función de esta casa tan especial es alquilarla por vacaciones a quien quiera pasar unos días en ella. La cosa seduce. Un pueblecito al sur de Francia, una casa centenaria y una decoración amable.
La guinda del pastel es que sus propietarios han mantenido un profundo compromiso con la sostenibilidad mientras la estaban reformando. Además de mantener el máximo posible las bases de la vieja construcción, han elaborado sus propios muebles reciclando materiales; lo que todavía le da más encanto. Si os gustaría pasar unos días en esta zona y quién sabe si alojaros en la casa de Annie, aquí tenéis su web por si queréis hacer una reserva.
Espíritu Eco
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Wow, fantástico, mucho relax en tan poco espacio!