Está claro que la arquitectura y el interiorismo no van a dejar de sorprender nunca. Para mí, tanto una como la otra son vertientes artísticas que muchas veces nos dejan verdaderas obras de arte. Y es que según en las manos que caigan las herramientas que ofrecen, veremos trabajos de escándalo. Escandalosa me ha parecido la idea de convertir una iglesia en vivienda pero no por nada, si no por lo majestuoso que puede llegar a ser el resultado. Sin duda hoy vamos a ver unos cuantos espacios singulares, que no está demás conocer ya que el saber no ocupa lugar.
No lo puedo evitar pero cuanto veo una reforma así tengo que detenerme a observarla más de lo normal. Creo que estaréis conmigo en que el trabajo lo merece. Lo que más me ha sorprendido es cómo alguien se puede decidir a comprar una iglesia para acomodar en el interior su vivienda. Las dimensiones son tan descomunales que tendrán que saber patinar, por lo menos. Fuera de broma, si me permitís la expresión, es brutal. Lo más bonito de todo el resultado es ver cómo se han integrado las líneas más modernas. El diseño de los muebles y elementos decorativos conviven perfectamente con las formas de lo que fue una iglesia.
Para lo que os gustan los espacios abiertos, una casa así sería un verdadero sueño. Lo mejor de todo es que desde el dormitorio se puede ver toda la casa al estar situado en la parte más alta. En fin, que me parece un despropósito de buen gusto y sobre todo de buen hacer de este estudio de arquitectura. Un trabajo realizado con una delicadeza exquisita que de verdad, me ha fascinado. Tal es la cosa que no podía dejar de compartirlo con vosotros y os guste o no, os invito a verlo. A ver qué os parece.
