Está claro que hay casas que por sí solas ya tienen un encanto especial. Las que ofrecen la posibilidad de una decoración entre lo nuevo y lo viejo nos suelen gustar bastante. Son viviendas que se muestran acogedoras y con alma. Cada vez es más notable esta mezcla en el interiorismo aunque realmente no es nada nuevo. Los contrastes entre lo más tradicional y el diseño han sido elegidos por los mejores profesionales como objetivo de sus diseños en las últimas décadas. Los resultados nos gustan, son atractivos y los vemos tan cercanos como cómodos a la hora de vivir en estos interiores.
Las paredes de piedra siempre han estado ahí. También es cierto que ha habido una buena época en la que la mayoría las quisiera ocultar. Pero como esto va de modas, ahora nos encanta tener los muros de piedra a la vista. Además, si encima los mezclamos con toques en la construcción más modernos, a ver quién se resiste. Hemos llegado a un punto que aún cuando en nuestra casa no hay paredes de piedra recurrimos a algún revestimiento de imitación. Esto muestra la pasión que tenemos por este tipo de materiales ya que nos dejan unos ambientes muy especiales.
En el apartamento que os dejo hoy aquí lo vais a ver de primera mano. Está lleno de ese encanto tradicional al mismo tiempo que no le falta el confort que buscamos en estos tiempos. Aunque la vivienda cuente con tan solo 105 m2, después de su reforma parece que el espacio se haya duplicado. La decoración elegida es un acierto y aunque es un estilo que nos gusta, no tiene por qué ir con todo el mundo, ya sabemos que para gustos los colores, pero en lo que tenemos que estar de acuerdo es que aquí pinta fenomenal.
