Mira que hemos visto por aquí casas rústicas, de campo, de piedra, algunas nos han dejado con las ganas de mudarnos a vivir fuera de la ciudad sin más pero esta que tenéis hoy, tiene pues eso; un encanto singular. Cuando vi las primeras imágenes sentí amor a primera vista, simplemente un flechazo que despertó la necesidad de conocerla entera. Según iba pasando las fotos no me lo podía creer, cada estancia de la casa que descubría me gustaba más que la anterior y así hasta llegar a la conclusión que en esta casa de pueblo han hecho un gran trabajo en la rehabilitación y el interiorismo. Además de esto, qué sería una casa sin estas estupendas fotografías.
A simple vista es una casa de pueblo distribuida en varias alturas en la ladera de alguna montaña, no me preguntéis dónde está porque no tengo ni idea. Pero mi sorpresa fue ver cómo en algunas estancias, la roca de la montaña se ha mantenido a la vista incluso se podría decir que forma parte de la decoración. No me refiero a las paredes de piedra que hemos visto es muchos sitios, sino algo mucho más particular que os voy a dejar descubráis vosotros mismos.
La calidez y comodidad que transmite es absoluta además de la calma que se puede conseguir en un pueblo de montaña. Cada vez me entran más ganas de plantearme en serio esto de retirarse a un pueblo, aunque no lo veo descabellado después de ver lo bien que viven en ellos y lo increibles que son algunas de estas casas. Para remartar la jugada sólo le faltaba tener una gran terraza a la sombra del cañizo con unas buenas vistas. Sencillamente, me ha encantado y espero que os guste disfrutarla aunque sea virtualmente y por unos instantes.
Muy bonita, sí señor!!!!
Dan ganas de hacer la maleta para disfrutarla durante una temporadita!!!
Bss.
Marian.