Seguro que a vosotros también os ha chocado lo de: «en un molino de algodón». Si os sirve de consuelo no lo había oído en mi vida. No tenía ni idea de que este tipo de edificios también se utilizaban para trabajar el algodón. Una no puede saber de todo, es más, me encanta no saber muchas cosas y así poder aprender cada día algo nuevo. Si no puede ser cada día pues cuando sea, pero el fin es no dejar de conocer cosas nuevas nunca.
El caso es que me ha llamado la atención la función inicial del edificio sí, pero más aún lo bonito que lo han dejado las propietarias de esta tienda Indie. Rehabilitaron el molino, le dieron una distribución de loft e instalaron en él su negocio. Diseñan y elaboran su propios collares que tienen expuestos así de bonitos. No les falta su sala de reuniones y mucho menos, un ambiente acogedor.
Lo que más me ha llamado la atención, evidentemente, ha sido el espacio pero después al ver el producto tan hippie que tienen, me ha gustado aún más. Decoración, producto, es todo muy de costa, muy playero. Seguro que alguien ha reconocido el inconfundible estilo australiano. Siempre tienen presente ese toque étnico acompañado por estampados tribales y los regalos que ofrece el mar. Reconozco que soy muy bohemia y cuando se acerca el verano este estilo me pierde.
De todas formas y aunque todavía nos quedan unos meses para el verano no lo puedo evitar, es empezar el calor y este estilo tan playero y desenfadado me apetece. Por ahora, hoy regreso a Valencia desde Milán. Una semana intensa y fantástica pero creo que necesito descansar. Ya no queda nada para la Semana Santa, tenemos vacaciones a la vuelta de la esquina. Seguro que más de uno estáis igual que yo, deseando que lleguen. Nos quedan unos días en los que la paciencia será nuestra mejor compañera pero por ahora no os olvidéis de pasar un…
♥ Feliz Finde ♥
