Este año tengo muchas ganas de verano. Entre que parece que va calentando el sol y que ya se empieza a ver decoración estival en las casas para la nueva temporada por todas partes, pues eso, que a ver quién se resiste. Cualquier día de estos empezaré a tomar el sol. El sentirme tan veraniega hace que os deje aquí la casa que vais a ver hoy. Está en Sídney pero bien podría ser cualquier casa del mediterráneo. Os adelanto que las imágenes puede parecer que no tengan demasiada calidad pero no, el fotógrafo que realizó el reportaje de la casa quiso que tuvieran este efecto.
Reconozco que estoy deseando que lleguen algunas vacaciones, las que sean. Aquí en Valencia ya estamos en fallas y parece que vienen anunciando el buen tiempo, la playa y unos días de descanso. El primer trimestre del año resulta muy duro. Dejamos las pedazo de vacaciones navideñas atrás y de repente semanas y semanas sin un día de tregua, por lo menos por aquí.
Eso el cuerpo lo nota, necesita un parón y más si te toca trabajar algún fin de semana como me ha pasado a mí. No sé lo que hago, no sé cómo me lo monto pero llevo desde que empezó el año trabajando sábados e incluso algún domingo. Es cierto que muchas veces puedo adelantar cosas sentada en el sofá pero la cabeza no para nunca.
El caso es que veo estas casas tan fresquitas, las ventanas y puertas abiertas, el jardín a un paso y ya me imagino el resto. Sé que cuando llegue el momento y hayan pasado unas semanas desearé que vuelva el frío pero por ahora, en estas estamos. Y aquí os dejo en esta casa tan bohemia a la vez que sencilla pero con estilazo que al final es lo que nos interesa.
