No hay nada que un fin de semana en familia no cure. Podemos llegar a pensar que el calor de hogar lo da la decoración de una casa pero creo que realmente lo dan las personas. Está claro que tener la casa bonita ayuda pero desde luego no es imprescindible.
En mi casa nos movemos bastante. Hay semanas en las que los dos tenemos que salir de viaje por lo que el fin de semana se espera todavía con más ganas. Cada uno en una punta y a veces hasta en la misma ciudad pero sin posibilidad ni de tomar un café juntos. Estas cosas hacen que lo enfoques todo en el fin de semana y empiezas a organizar todos planes.
Entre semana siempre hay algún momento en el que se me viene a la cabeza qué bizcocho, tarta o pastel haré el sábado. Por supuesto las comidas de los fines de semana son especiales. Me gusta preguntar qué les apetece comer y un día cocino lo preferido de uno y otro día lo que le apetece al otro.
El fin de semana no sólo es enrollarte en una manta. Es compartir una copa de vino, tener a alguien a tu lado en el sofá con el que reírte de la última chorrada que se te ha ocurrido o compartir una buena comida casera. Creo que todo eso es lo que le da calor a una casa, le da vida y felicidad.
Como siempre que os suelto algo así, hay detrás algo que lo ha inspirado. Seguro que hoy os habéis dado cuenta que la casa que os he dejado aquí inspira eso, mucho calor de hogar. Está situada en el condado de Yorkshire al norte de Inglaterra, en el que se pueden encontrar casas muy hogareñas.
Ésta de hoy corresponde a una familia joven y la decoración es sencilla pero tan bonita que seguro a muchos os gustaría tener en casa. Ya veréis como es verdad y ya veréis cómo se palpa esa calidez que tienen las casas los fines de semana. Espero que os guste y hasta el lunes.
♥ Feliz Finde ♥
