De cara al verano es normal que en las casas se empiece a prescindir de mantas o tejidos oscuros. Sólo con imaginarse en pleno agosto rodeado de semejante plantel… en fin. Hay que empezar a despojarse de todo aquello que atrapaba la luz y el calor para dejar paso a lo fresco y luminoso. Dependiendo de la zona en la que viváis, seguro que ya habéis empezado a sacar las sillas a la terraza, los cojines y hasta algún candelabro que otro. Ya apetece salir a desayunar, por lo menos los fines de semana, al aire libre siempre y cuando no amanezca nublado o lloviendo que la primavera ya sabemos cómo se las gasta. Dependiendo de cual sea vuestro estilo evidentemente, optaréis por un tipo de decoración u otra. Hoy os dejo que veáis la frescura de lo que puede ser el nuevo clásico.
Sí, hay quien es fiel a este estilo porque aunque hablemos de clásico cada temporada también se renueva. De hecho es posible que sea uno de los estilos más utilizados ya que resulta muy cómodo y atractivo a la hora de decorar. Cómodo porque quizás cueste menos hacer combinaciones con sus elementos y atractivo porque los resultados siempre suelen salir bien.
Hoy vais a ver como el estilo clásico puede aportar unos resultados tan frescos y unos ambientes tan elegantes, que seguro os van a encantar. El blanco no podía faltar faltar, la madera tampoco pero ¿y en el exterior? En el exterior el color azul noche se impone junto a los muebles de fibra, faroles y velas. Tejidos lisos mezclados con otros estampados y así hasta dar con el ambiente soñado para las noches de verano. Ya veréis cómo esta mezcla de clásico, rústico con ese punto colonial os va a gustar. Si el interior es bonito, ya veréis las terrazas.
