Parece que cuando unos se levanta los viernes la cosa se ve de otra manera. Aunque hayamos comenzado con la rutina habitual, los peques estén en el cole y todas esas cosas que vienen solas con la entrada de septiembre, estos fines de semana son ideales para seguir escapándose a la casa del campo o la la playa. Además es una foma de ir superando el síndrome postvacacional y de aprovechar los días tan buenos que todavía tenemos por delante. En mi caso las casas de campo me pierden y si el estilo es rústico y en su decoración no le falta el color como es el caso de hoy, sé que a muchos igual que a mi os cautivan.
Son increiblemente acogedoras, frescas y cargadas de estilo. Porque sí, una casa puede ser cálida y con unos ambientes dinámicos, nada cargados y luminosos aunque los muebles sean de madera con tendencia vintage y no falten los complementos decorativos. Esto lo sabe hacer muy bien María Lladó como hemos visto por aquí en otras ocasiones. El contraste entre la zona del comedor con las sillas anea y la zona de estar se integra sin más y ofrece un conjunto perfecto.
Siguiendo el recorrido por el resto de la casa vais a ver como cada detalle convierte cada rincón en especial. Aparentemente puede parecer una mezcla sencilla pero detrás se aprecia la experiencia del juego con el color y los objetos con solera. Es un ejemplo perfecto de cómo poder dejar nuestra casa del campo a punto y más si nos gusta recorrer mercadillos o anticuarios. A quí también se dan cabida a los muebles reutilizados o aplicarles una segunda vida, una segunda función. Todo esto que os digo es para que al verla no se os pase nada por alto y ahora si, os deseo…
♥ Feliz Finde ♥
Una combinación asombrosa de estilos.