Cuando esperamos la llegada de un niño es muy normal pensar en los cambios que se van a originar en nuestra casa. Nos imaginamos todo desmantelado, sin orden ni concierto por miedo a que lo destrocen todo. La mayoría prefiere empezar a retirar cosas, a poner muebles no demasiado nuevos o directamente a renunciar a tener la casa a nuestro gusto hasta que sean mayores. Si tenemos un niño, perfecto, parece que todo está controlado y en unos años todo volverá a la normalidad. En cambio cuando tenemos varios niños, la cosa se puede eternizar y ante estos casos lo mejor es buscar la decoración para peques más adecuada a nuestro estilo.
En el caso que os gusten los espacios cálidos pero sin estar recargados, o directamente el diseño escandinavo y la tendencia nórdica, es posible que queráis el apartamento que vais a ver hoy entero, de principio a fin. Es elegante, con muchísimo estilo y el buen gusto por la elección de cada detalle salta a la vista. Como resultado una vivienda práctica que se ve tan fácil de limpiar como de mantener ordenada. Tanto el diseño de los espacios como la decoración que se ha elegido, permiten sentir esa tranquilidad que buscamos aunque los peques hayan conseguido tenerlo todo manga por hombros.
Los colores neutros y las líneas sencillas permiten esa sensación lineal con la que mantener el orden en casa. Es algo que resulta y resta agobio en el día a día de una casa. Así es que ya no hay excusas para que nuestra casa no esté bien decorada aunque tengamos niños. Como veis es posible y no solo con este estilo. Es cuestión de priorizar en gustos, necesidades y definir lo que queremos. El resto poco a poco se irá dando solo. En serio, ya no hace falta tener la casa como un solar por los niños, tan solo hay que ponérselo algo más fácil.
♥ Feliz Finde ♥
