Las casas con el tiempo necesitan un buen lavado de cara para actualizar estilos, acabados y materiales. Cuando nos decidimos a entrar en la fase de caos total que puede suponer una obra, o nos liamos la manta a la cabeza, o a ver quién empieza con la pereza que da. Aunque si vemos los resultados en una casa comparando el antes y el después de una reforma, la mayoría ni lo dudarían. Como últimamente la mayoría queremos ganar metros, aumentar la luminosidad o mejorar la distribución hoy os traigo uno de esos ejemplos que me gusta dejaros por aquí para que comprobéis vosotros mismo el cambiazo.
Los dueños de esta casa tenían claro que los colores iban a ser grandes protagonistas por lo que decidieron bañarla de tonos suaves que le dieran personalidad y no resultara apagada. Si os fijáis en el estado inicial del salón-comedor, era muy pesado y cargante. Ahora con los muebles justos y ese toque de color, han conseguido la comodidad que ofrecen los espacios desahogados. Han hecho lo que os digo muchas veces, más vale poco y bien bonito, que mucho y quedarnos a medias en cuanto a diseño y confort.
En definitiva, una pequeña reforma para un gran cambio sin necesidad de demasiadas complicaciones. Un resultado fresco y actual para un apartamento en la playa. Ideas sencillas, prácticas que nos gusta ver cuando estos trabajos están acabados. Así da gusto meterse en obras porque al final volvemos a estrenar casa que al fin y al cabo es lo que importa. Ahora, os dejo con el tour porque seguro que os ayuda a sacar alguna idea o simplemente os da el empujón que os faltaba para definitivamente reformar vuestro hogar. Espero que os guste, ya me iréis contando.