Por mi forma de ser, cada cosa que publico en el blog, cada cosa que comparto con vosotros es porque antes me ha transmitido algo bueno que inevitablemente tengo que compartir. Muchas veces se me viene algo a la cabeza que bien puede ser una receta, una casa, algún lugar bonito para visitar o quién sabe qué. La verdad es que la mayoría de la veces no necesito ni ver mucho ni buscar cómo lo ha hecho alguien, simplemente surge. Al principio me costaba compartir estar cosas porque no sabía si os gustarían precisamente porque son muy personales y aunque algunas lleven la línea de otras que vemos a menudo, me gusta ir a lo mío. Creo que esto ha surgido porque he tenido un fin de semana muy movidito y sólo me apetece ver y estar en ambientes con calma, de ahí que hoy os deje aquí este apartamento.
Ya os dije que me tocaba viajar para dar por terminada una reforma. Tengo que decir que estoy muy contenta con el resultado de la casa, se ha quedado preciosa y espero enseñaros muy pronto todo para que la podáis ver. Si no os enseño más cosas por aquí es porque soy demasiado exigente con los resultados, fotografías y demás. Si no está como quiero prefiero no enseñarlo, puede parecer una tontería pero para mí es muy importante.
Pues entre el viaje, las visitas a los clientes que tenía pendientes que ver para comenzar otras obras después de terminar la casa de Jose y Lola y que cuando he llegado a casa el garaje se me había inundado, lo dicho, sólo quiero ver y sentir ambientes relajantes para equilibrar que todavía queda mucha semana. Todos lo días no son iguales y mientras nos lo podamos permitir hay que darle al cuerpo lo que pide. A ver qué os parece y si os transmite la misma paz que a mi.
Detalles únicos, esa cenefa, la pared trasera de la cama, un mobiliario que es puro equilibrio…