Al borde del mar es como me gustaría a desayunar cada mañana, por lo menos cuando llega la primavera y en el verano. El frescorcito mañanero y el olor que trae la brisa las primeras horas del día es algo tan agradable, como difícil de olvidar. Llevo muchos años viviendo cerca del mar y aunque ahora mismo no estoy en primera línea, saber que lo tengo cerca me reconforta. Muchas veces pienso que por mucho que me guste la montaña no sé si aguantaría a vivir lejos del mar. Tiene algo especial, te carga las pilas como no hay otra cosa igual.
Los dueños de esta casa seguramente serán unos enamorados del mar y más concretamente de la Riviera italiana que es donde tienen este refugio de ensueño. En apenas 25m2 Humbert y Christophe Poyet de Humbert & Poyet, han creado el diseño de este idilio espacio. Cerca del mar el acento cottage parece que era indispensable igual que la presencia del blanco más absoluto. El resto, una delicada mezcla entre mármol de Carrara, latón y antigüedades traídas directamente de Francia. Al mismo tiempo, una combinación de buenas soluciones con las que han sacado el mayor partido a este espacio tan pequeño.
Sinceramente, me parece todo tan perfecto que me cuesta creer que sea verdad, pero sí, existe. Y vamos a ver ¡qué tiene hasta piano! ¿Os podéis imaginar las noches de verano a la luz de la velas y con el sonido del piano de fondo? Pues una maravilla de las buenas. A parte de todo esto os la dejo aquí porque me ha encantado la decoración tanto interior como exterior. Los detalles dorados, la inspiración marinera y la elegancia que se respira en cada rincón. Ahora os toca verla a vosotros y… está permitido soñar.
♥ Feliz Finde ♥