Es curioso y no es la primera vez que nos pasa. Digo nos porque vosotros también entráis en esto. Todo empieza cuando selecciono una imagen para dejaros en las redes sociales, la publico, y de repente nos causa un «in love» a todos. La bendita curiosidad que llevo dentro hace me vuelva loca por saber qué hay detrás de esa imagen, como me pasa con muchos otros temas, y con suerte encuentro cosas tan bonitas como por ejemplo una casa de playa en Amagansett.
Ya os digo que no es la primera vez que me pasa aunque reconozco que no siempre se cumplen mis expectativas. En ocasiones llego a la conclusión de que la mejor imagen es la primera que he encontrado y descarto cualquier posibilidad de mostraros lo que que visto después. Por suerte no siempre es así, a veces me sorprendo y sé que lo que he descubierto a vosotros también os va a gustar.
La increíble casa de playa que vais a ver hoy está situada en el condado de Nueva York, en Amagansett. Digo esto para poner a todos en situación porque luego empezáis a preguntarme dónde está. Sé que lo hacéis porque suelo publicar alojamientos o casas de alquiler que os gustan y os despiertan interés. En el caso de hoy y como se puede deducir, aunque las cosas no hay que darlas por hecho, es una preciosa casa particular.
La reforma la ha llevado a cabo un estudio de arquitectura de Brooklyn. Una pasada de mansión y una maravilla de lugar ya que es extremadamente tranquilo debido a su escasa densidad de población. Un concepto que me encanta; estás cerca de la ciudad pero no vives en la urbe. El caso es que la decoración es de lo más elegante para una casa de playa y aunque el estilo se reparte por toda la casa, tenéis que fijaros en cada habitación, en cada rincón y sobre todo en el dormitorio infantil.
¡Ya veréis qué bonito!
¡Cuánta luz!