Volvemos a la normalidad, retomamos las buenas costumbres y entre ellas no faltar ni un solo día al trabajo. Hoy nos vamos a conocer una casa de campo de esas que nos gusta ver de vez en cuando. Es amplia, con una decoración elegante y es para decir que también se puede vivir en el campo con mucho estilo. Es habitual encontrar en una casa así revestimientos con carácter rústico, techos altos y grandes ventanales. En las paredes se deja ver la piedra y en los techos la madera, dos materiales que priman en este tipo de casas para estar en consonancia con el entorno.
Hay una cosa que me gusta especialmente de esta vivienda y son los grandes ventanales de metal negro. Los cuarterones aportan calidez y en este caso se funden con el color del hormigón que tienen las paredes. En otras zonas de la casa se ven los tonos tierra que favorecen la luz sin perder la calidez. Sin duda algo que llama mucho la atención de este tipo de viviendas es que aunque los espacios sean bien amplios todo se ve muy confortable.
Otro punto fuerte que tiene es la mezcla de sus muebles. Si os fijáis, muchos son de hierro pero transmiten un efecto liviano y otros son instrumentos reciclados de trabajo como el mueble del recibidor que parece una mesa de carpintero. En algunas lámparas vemos de nuevo ese toque galvanizado que tienen los utensilios del campo.
Sencillamente la decoración de la casa es tan sencilla como agradable y así han conseguido que los espacios no resulten nada fríos. Preparada para vivirla, seguro que la huella del tiempo le sienta muy bien.
Que bonita!!
Los techos de madera son preciosos y el rincón del jardín……sin palabras.
Un beso