Creo que el color rosa o lo amas o lo odias. Hay a quien le encanta que esté presente en muchos aspectos de su vida, no solo en la decoración, y hay quien no puede ni verlo. Lo que cierto es que en las últimas temporadas lo vemos y mucho, en textiles y accesorios decorativos en todas sus gamas. Desde los más empolvados hasta los más fuertes existe una amplia paleta que se presta a ser introducida en cualquier ambiente y estilo. Los estereotipos vinculan al rosa con ese aspecto más femenino pero lo que sí está claro, es que últimamente son más los que sienten pasión por el rosa.
Si os gusta el sentido más minimalista en la decoración y este color os hace ojitos, seguro que el apartamento que tenéis hoy aquí os encantará. Como vivienda nórdica que es, el blanco es el color que se lleva la palma pero el que haya detalles en rosa y estén en conjunto con unos toques sutiles de gris, le dan un punto diferente y especial. Este aspecto se refuerza con las líneas del los muebles como las del sofá, el dormitorio principal o el del bebé.
La simplicidad de las casas escandinavas que nos ha conquistado está aquí. Todo es blanco, hasta el suelo de madera que últimamente tanto os gusta y cada vez sois más lo que os decidís ponerlo en vuestras casas. La amplitud que da es espectacular y si no queréis apagar la luminosidad que os aporta pero tampoco queréis renunciar al color, es posible que esta combinación con el rosa de otro apartamento visto aquí también os de ideas. Este tipo de casas nórdicas son amplias y la mayoría de las estancias resultan muy espaciosas pero si vuestra casa no goza de tantos metros, este estilo os puede venir bien para ganar metros aunque sea visualmente.