El otro día encontré de casualidad la imagen de la cocina de este apartamento y la compartí con vosotros en facebook e instagram pero me pareció tan bonita que empecé a investigar y a investigar, tenía que ver el resto de la casa y después de unos días… voilà… la encontré. La verdad es que la búsqueda ha merecido la pena y aunque no existen muchas fotos de ella, se puede decir que es la casa nórdica de la buhardilla.
Si la cocina es bonita, es resto ni os cuento porque lo váis a ver vosotros mismos. Es el ático de un edificio de tan solo dos alturas pero tan bonito por fuera como por dentro. De ahí que su interior tenga los techos abuhardillados y permita crear esos recovecos tan atractivos tanto en la cocina como en el salón. Todo revestido de madera blanca no resulta para nada frío.
Son pocos metros de vivienda y tan solo tiene un dormitorio pero de verdad, es coqueto a más no poder. Cada elemento decorativo está seleccionado con una delicadeza infinita, desde los candelabros, mesas o textiles. Su decoración es sencilla y limpia pero si os fijáis realmente no necesita mucho más porque muchas veces las cosas más sencillas son las más inspiradoras.
El dormitorio es muy agradable con la pared del cabecero en gris y los dos apliques como iluminación para la noche. La verdad es que no se necesita mucho más en un dormitorio y más si queremos acercarnos a este estilo. Os dejo aquí otro apartamento que en su día me encantó. Por otra parte no podía dejar de mencionar la preciosa cocina que fue lo que me obligó a tirar de la manta hasta encontrar el resto. Es más que bonita, el techo hace mucho qué duda cabe, pero el conjunto de la mesa con las sillas y el resto de muebles hacen que sea un verdadero objeto de deseo.
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