Hay muchas formas de conseguir que una casa tenga alma, que transmita esencia y personalidad. Cada cual se inspira en sus vivencias o necesidades para adecuarlas a su estilo y manera de vivir. Son muchos los motivos que llevan a una familia a elegir la decoración que quieren para ellos. Algunos no quieren renunciar a las raices de la zona donde viven y las reflejan en sus hogares. Esto se puede ver en esta casa con tradición en Ibiza en la que se aunan algunos rasgos de su arquitectura más típica con otros aspectos decorativos más actuales.
A los que les guste el estilo rústico, los muebles de madera natural e incluso los objetos rescatados de anticuarios, se van a ver reflejados en ella porque esta combinación es una apuesta ganadora. Para empezar, la combinación del blanco impoluto de las paredes con el color de la madera aparentemente sin tratar, convierte los espacios en zonas luminosas, amplias, a las que no les falta calidez. Los tapizados con linos, los textiles desgastados y las piezas decorativas con cierto aspecto brocante es otra opción a la hora de complementar una casa en la que queremos conseguir un estilo rústico al mismo tiempo que desenfadado.
Os puedo describir cómo han decorado la casa o qué necesitáis para conseguir algo así pero para el resto es mejor observar el resultado y comprobar una vez más lo bien que funciona esta combinación. No dejéis de lado los detalles del baño, cocina o dormitorio porque aunque todas las estancias se han decorado utilizando prácticamente los mismo materiales, no pierden nada de encanto. Sencillamente es un estilo con esencia. Estilo rústico con frescura, actualizado y con muchas posibilidades. Una buena elección decorativa para una casa en la costa a la que se le quiere dar ese toque mediterráneo.